Al concluir la Segunda Guerra Mundial, la organización económica europea, basada en su potencial industrial, estaba quebrada. El continente que había sido el centro comercial e industrial del mundo, perdió su lugar de privilegio. De ese mundo arrasado surgieron dos potencias hegemónicas (Estados Unidos y la Unión Soviética) que impondrán su dominio sobre buena parte del planeta, en un período que abarca buena parte del siglo XX.
Ambos pertenecían al grupo de los vencedores -los Aliados- de la Segunda Guerra Mundial, "ambos contaban con los recursos económicos y militares más importantes. Su población y extensos territorios les proporciona la fuerza de trabajo, las materias primas y las fuentes de energía necesarias para desarrollar sus industrias".
Estados Unidos, luego de la política de reformas de F. D. Roosevelt (New Deal) logró transformarse en la primer potencia industrial Occidental capitalista. La Unión Soviética, también había logrado grandes éxitos con sus programas de desarrollo industrial durante el gobierno Stalin -los Planes Quinquenales-.
Estados Unidos y la Unión Soviética serán los dos grandes representantes de dos formas distintas de organización social y económica, que se lanzaron a ampliar su influencia. El resultado es la división de buena parte del mundo en dos bloques: el Occidental Capitalista, el Oriental Comunista, en lo que se denomina la Guerra Fría.
Para comprender mejor las diferencias de estos modelos y su constante rivalidad, desde que culmina la Segunda Guerra Mundial hasta 1991, es necesario exponer con claridad, y de forma sintética, qué es lo que los diferencia y los muestra como modelos irreconciliables.

Capitalismo
"El término designa el sistema socioeconómico  caracterizado fundamentalmente por la propiedad privada de los principales medios de producción y la libertad reconocida a los individuos" para realizar contratos que garanticen sus intereses. "Desde el punto de vista jurídico, el capitalismo descansa sobre dos instituciones esenciales: el derecho de propiedad privada y la libertad de contrato... En general, la actividad económica está orientada hacia la rentabilidad u obtención de beneficios por las empresas privadas en un régimen de libre concurrencia, en el cual, al menos en principio, el Estado  no interviene.   El elemento central del sistema es el mercado... Según la ley de la oferta y la demanda, el mercado regula los precios" y todo lo que hace al proceso de producción y distribución. La competencia es lo que regula la actividad económica.
Los teóricos liberales consideran que la propiedad privada  y la búsqueda de interés personal aseguran el mejor aprovechamiento de los recursos; ello resulta del libre juego del mercado. "La libertad de empresa garantiza, a su vez, el mantenimiento de todas las libertades políticas y sociales". A partir de la crisis del '29 el modelo clásico capitalista liberal, comienza a ser sustituido por nuevas tendencias que "el llamado capitalismo organizado, cuya característica central es la fuerte intervención de  Estado para regular el sistema" (Keynesianismo).
Comunismo
Se entiende por comunismo a la organización social y económica basada en la comunidad de los medios de producción y los bienes por ellos producidos. Como movimiento socio político propone la supresión de la propiedad privada , la socialización de los medios de producción y la emancipación del proletariado (de los obreros), produciéndose  de este modo la eliminación de las clases sociales y la progresiva extinción del Estado.
Las principales características económicas son: la eliminación de la propiedad privada, la socialización de los medios de producción, sustitución de la economía de mercado por la economía de Planificada centralizada donde el Estado administra y controla todos los aspectos, colectivización de la tierra e industrialización dirigida y planificada.
La principal característica política es el Sistema de Partido Único que controla el Estado y la dinámica social. El funcionamiento real del poder descansa sobre su mecanismo político por excelencia, el partido Comunista. Este monopoliza la soberanía del proletariado, supone que los poderes ejecutivos, legislativos y judicial estén centralizados. El poder central tiene la última palabra en todos los asuntos de interés público y el poder central debe coincidir por completo con los órganos supremos del partido.


Texto elaborado gracias al aporte de "Historia. El mundo contemporáneo" AA.VV. Ed. de AIQUE Polimodal, Buenos Aires, 2005. "Diccionario de Ciencia Sociales y Políticas" Torcuato Di Tella entre otros. Ed.Ariel, Buenos Aires, 2006.




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